El que se arrepiente es como el que no ha pecado.
Bienaventurado el que nada espera, porque nunca sufrirá desengaños.
Somos fácilmente engañados por aquellos a quienes amamos.
Solamente está exento de fracasos el que no hace esfuerzos.
Todo lo fui y de nada me ha servido.
No hay mal que por bien no venga.
El mal sólo es mal cuando es innecesario.
El que nada debe nada teme.
El sufrimiento es permanente, aislado y oscuro y posee la naturaleza de lo infinito. En toda adversidad es el más desgraciado género de infortunio el haber sido feliz.
Todo es arcano, menos nuestro dolor.
Lo mejor que el hombre puede dar, después de su sangre, es una lágrima.
Ríe y el mundo reirá contigo; llora y llorarás solo.
Quien vive temeroso, nunca será libre.
Retirarse no es huir, ni esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.
Todo tarda más de lo que crees.
Si algo puede ir mal, irá mal.
Todo se encuentra en el último lugar donde buscamos.
De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive.
Lo único bueno que puede hacer es intentar mejorarlos.
Muy pocos grandes hombres proceden de un ambiente fácil. Ningún hombre conoce lo malo que es hasta que no ha tratado de esforzarse por ser bueno.
Sólo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él, no dejándote llevar.
La libertad está en ser dueños de la propia vida.
Cualquier necio puede escribir en lenguaje erudito.
La verdadera prueba es el lenguaje corriente.
Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso.
El mayor espectáculo es un hombre esforzado luchando contra la adversidad; pero hay otro aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda.
Muchos habrían sido sabios si no hubieran creído demasiado pronto que ya lo eran.
No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.
No se debe juzgar a un hombre por sus cualidades, sino por el uso que hace de ellas.
Muchos hombres no se equivocan jamás porque nunca se proponen hacer nada.
Tienes tal desorden en ti que crearás tu propio infierno.
Nunca alcanzarás una meta más elevada que la que te hayas propuesto.
Hay mucho que saber, y es poco el vivir, y no se vive si no se sabe.
Todos los hombres son superiores a nosotros en algún aspecto, y en eso podemos aprender de ellos.
El ejemplo noble hace fáciles los hechos más difíciles.
A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos.
La libertad es la adecuada gestión de las ganas, y unas veces habrá que seguirlas y otras no.
Solamente haciendo el bien se puede realmente ser feliz.
El hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida.
El hombre se autorealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida.
Trata a un hombre tal como es y seguirá siendo lo que es. Trátalo como puede y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser
Allá donde la moral y la religión son reducidas al ámbito exclusivamente privado, faltan las fuerzas que puedan formar una comunidad y mantenerla unida.
Una idea puede estar en dos cabezas sin ninguna disminución; más bien al revés, está mejor en dos cabezas que en una.
El carácter es como el acróstico o la estrofa alejandrina: puede leerse desde el principio, desde el final o en cruz: siempre dice lo mismo.
Nada tan peligroso como ser demasiado moderno; se corre el peligro de quedar súbitamente anticuado.
Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.
El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.
La manera de hacer es ser.
La costumbre es una segunda naturaleza.
Lo peor de los complejos de inferioridad es que los tienen las personas equivocadas.
La personalidad es al hombre lo que el perfume es a la flor.
El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.
En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la victoria, se conoce al caballero.
La elegancia es fuerza contenida.
Nadie tiene tanto poder para persuadirte a ti como el que tienes tú mismo.
La vida nos ha sido dada, pero no nos ha sido dada hecha.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino.
Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida.
El mundo es una comedia para los que piensan y una tragedia para los que sienten. Cuando eres consciente de la muerte, acabas asumiendo tu propia soledad.
La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas.
La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.
No os toméis la vida demasiado en serio; de todas maneras, no saldréis vivos de ésta.
El que no valora la vida no se la merece.
No hay pasajeros en la Nave Espacial Tierra; todos somos tripulantes.
Para encontrar gusto a la vida, no hay como morirse.
La pálida muerte lo mismo llama a las cabañas de los humildes que a las torres de los reyes. Elige la mejor manera de vivir; la costumbre te la hará agradable.
La soledad es maravillosa, salvo cuando uno está solo.
Dios no juega a los dados, por tanto, nada es debido al azar. Lo trágico surge a partir de la acumulación de lo insignificante.
El malo será malo siempre, y el bueno será bueno.
Tener conciencia limpia es signo de mala memoria.
El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son.
El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo.
El carácter de cada hombre es el árbitro de su fortuna.
Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.
La responsabilidad acrecienta el respeto que uno siente por sí mismo.
El orgullo es una forma de egoísmo.
La esencia y expresión del hombre es la acción.
La integridad es hacer lo correcto aunque nadie nos esté mirando.
Conocerse a sí mismo implica ser capaz de observarse en acción con otro.
Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
Un hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque ésta lo devora.
Todos tienen sus altas y bajas, así que decidí tener las mías entre bueno y sensacional.
El mayor de nuestros enemigos suele ser nuestro propio carácter.
Si no levantas los ojos creerás que eres el punto más alto.
Cuando te sientes agobiado por la melancolía, lo mejor es salir y hacer algo amable por alguien.
El que se ahoga no repara en lo que se agarra.
La forma en que las personas hacen frente al sufrimiento y a la pérdida de sus capacidades dice mucho de ellas.
Ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece.
Un pesimista es un optimista bien informado.
Muchas personas creen que piensan cuando en realidad sólo están reordenando sus prejuicios.
Prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría.
No existe un hombre totalmente inútil; en último caso, sirve como mal ejemplo.
Los errores son inevitables. Lo que cuenta es cómo respondemos a ellos. Si no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas. El error es un arma que acaba siempre por dispararse contra el que la emplea.
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