Para que el sueño, la riqueza y la salud se disfruten de verdad, es necesario interrumpirlos.
Las cadenas que más nos oprimen son las que menos pesan.
Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.
Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda.
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
Es mejor morir de pie que vivir de rodillas.
Se dice que si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro.
La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor.
El descanso es algo bueno para los muertos. Suicidarse es subirse en marcha a un coche fúnebre.
El dolor que se calla es más doloroso.
La amargura procede casi siempre de no recibir un poco más de lo que se da: el sentimiento de no efectuar un buen negocio.
Bien poco enseñó la vida a quien no le enseñó a soportar el dolor.
Antes de pensar en la injuria que hemos recibido, hay que dejar pasar cuando menos una noche.
Sólo un loco celebra que cumple años.
Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerlo enseguida.
La gente achaca sus males a la generación anterior, porque sólo le queda otra opción.
Se dan buenos consejos cuando la edad impide dar malos ejemplos.
La jubilación es como unas largas vacaciones en Las Vegas. La idea es disfrutarlas al máximo, pero no hasta el grado de que se nos acabe el dinero.
Llorar es una virtud que desgraciadamente se pierde con la edad.
La perfecta igualdad no existe, sino entre los muertos.
La resignación es un suicidio cotidiano.
La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.
No es que tenga miedo a morirme. Es tan sólo, que no quiero estar allí cuando suceda.
Nacer es comenzar a morir.
Cuando uno empieza a sentirse autosuficiente, comienza a sembrar su decadencia.
Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte, los valientes gustan la muerte sólo una vez.
Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas.¿A morirme...? Sería lo último que haría en la vida.
Un torturador no se redime suicidándose.... pero algo es algo.
El remordimiento es el primer paso para cambiar de conducta.
Perdonar es el valor de los valientes.
Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.
El problema de ser pobre es que te ocupa todo el tiempo.
Yo me quejaba porque no podía comprarme zapatos, hasta que conocí a un hombre que no tenía pies.
No se pueden alimentar hambrientos con estadísticas.
La pobreza es para los ricos una ley de la naturaleza.
El pobre se arruina en el momento en que deja de ser sobrio.
Las regiones subdesarrolladas del mundo son enormes campos de concentración de la miseria y el hambre en épocas de paz.
El que no se posee a sí mismo es extremadamente pobre.
No es vergonzoso nacer pobre, lo es el llegar a serlo por acciones torpes.
La abundancia me hizo pobre.
Pobre no es el que tiene poco, sino el que desea mucho.
Llevo dentro de mí mismo un peso agobiante: el peso de las riquezas que no he dado a los demás. Los problemas son aquellas circunstancias que ves cuando no tienes definido tu objetivo.
Siempre que el sistema económico va mal, surge el racismo. El racismo es como juzgar el valor de un libro por el color de sus hojas. No se sabe lo que es el consuelo del corazón sino cuando nos quedamos solos
Quizá la mayor equivocación acerca de la soledad es que cada cual va por el mundo creyendo ser el único que la padece.
La soledad es el maestro que con el tiempo te enseña lo que fuiste, eres y serás. Donde hay sufrimiento, hay suelo sagrado.
El problema del mal no es otra cosa, en gran parte, que el problema de la libertad.
El escándalo del universo no es el sufrimiento sino la libertad.
No es bueno que todo suceda como deseamos.
Las lágrimas son la sangre del alma.
Si tiene remedio, ¿por qué te quejas? Si no tiene remedio, ¿por qué te quejas? Siempre sabemos quién nos hiere; pero no siempre a quién herimos. El que no puede sobrellevar lo malo no vive para ver lo bueno.
No hay árbol que el viento no haya sacudido.
Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer pero le grita mediante el dolor: el dolor es su megáfono para despertar a un mundo adormecido.
En la adversa fortuna suele descubrirse al genio, en la prosperidad se oculta.
Un hombre nunca debe avergonzarse por reconocer que se equivocó, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.
La persona que no comete nunca ninguna tontería, no hará nunca nada interesante.
Un fracasado es un hombre que ha cometido un error y no es capaz de convertirlo en experiencia.
Por la ignorancia nos equivocamos, y por las equivocaciones aprendemos.
Ninguna situación es tan grave que no sea susceptible de empeorar.
Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja.
Todos los hombres pueden caer en un error, pero sólo los necios perseveran en él.
El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse.
Nada hace sospechar tanto a un hombre como el saber poco.
Nada hay más terrible que una ignorancia activa.
Hay cosas que para saberlas no basta con haberlas aprendido.
La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.
Muchos hombres pasan por sabios gracias a la ignorancia de los demás.
Todo lo que se ignora, se desprecia.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
Se necesita un gran conocimiento sólo para darse cuenta de la enormidad de la propia ignorancia.
La ignorancia puede ser curada, pero la estupidez es eterna.
Avergüénzate menos de confesar tu ignorancia que de porfiar en una necia discusión que la haga patente.
No maldigas la oscuridad, sólo prende una vela.
Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejaran ver las estrellas
De nada le sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive, pero siempre le es posible mejorarlos. Al que vive temiendo nunca le tendré por libre.
La vejez es un exceso que aumenta por días.
En la vejez no se hace más que repetirse.
Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que tu silencio.
El valor es hijo de la prudencia, no de la temeridad.
Nadie prueba la profundidad del río con ambos pies. Si no quieres que nadie se entere, no lo hagas.
¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
La primera víctima de la destemplanza es la propia libertad.
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