El Evangelio meditado

Sos mi buen pastor

Sos mi buen pastor
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar. Porque es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna.

En el mundo...

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CONTENTO..??

Publicado por Diego

La prueba más clara de sabiduría es una alegría continua.

Para ser feliz hay que estar enamorado.

La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual.

La felicidad no se produce por grandes golpes de fortuna, que ocurre raras veces, sino por pequeñas ventajas que ocurren todos los días.

La única manera de sembrar la felicidad es compartirla con alguien.

A fin de cuentas, todo es un chiste.La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son.

A ninguna mente bien organizada le falta sentido del humor.

Quienes no saben llorar con todo el corazón, tampoco saben reír.

No podemos estar enojados mucho tiempo con alguien que nos hace reír.

La risa sirve para poner distancia entre nosotros y algún suceso, lidiar con él y dar vuelta a la hoja.

El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.

Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie.

Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.

Si deseas la felicidad de los demás, sé compasivo. Si deseas tu propia felicidad, sé compasivo. Que la alegría te acompañe.

Extiende las manos y tómala cuando pase.

Uno de los secretos de una vida feliz está en darse constantemente pequeños gustos.

Es verdad que optamos por la risa en casi todas las situaciones, con excepción de una que otra visita al dentista.

El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los Dioses.

La alegría de vivir está hecha de victorias grises y aparentemente ordinarias que nos dan pequeñas satisfacciones.

Cualquiera que se tome demasiado en serio corre el riesgo de parecer ridículo. No ocurre lo mismo con quien siempre es capaz de reírse de sí mismo.

La vida no es significado, la vida es deseo.

La felicidad es la conjunción de muchas cosas. Se es más o menos feliz en la medida en que se consiguen.

Hay dos maneras de conseguir la felicidad: una es hacerse el idiota, otra serlo.

Los sueños pueden ser realidades. Son lo que nos guía por la vida hacia una gran felicidad.

Lo horrible de este mundo es que buscamos con el mismo ardor el hacernos felices y el impedir que los demás lo sean.

Los buenos ratos hay que fabricarlos, porque los malos, llegan solos.

Lo único bueno de equivocarse es la alegría que produce a los demás.

Actuamos como si el lujo y la comodidad fueran lo más importante en la vida, cuando lo único que necesitamos para ser realmente felices es algo por lo cual entusiasmarnos.

Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad. ¿Por qué nos alegramos en las bodas y nos entristecemos en los velorios? Porque no somos la persona involucrada.

No hay grito de dolor que en lo futuro no tenga al fin por eco una alegría.

De los tiempos, el que más corre es el alegre.

La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación.

La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.

La alegría es la pena que se disimula, sobre la tierra no hay más que dolores.

Se es viejo cuando se tiene más alegría por el pasado que por el futuro.

El egoísta encuentra un placer malsano en turbar la alegría de los demás.

Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien, que se sienten ganas de darle las gracias.

El mundo está lleno de pequeñas alegrías: el arte consiste en saber distinguirlas. La mitad de la alegría reside en hablar de ella.

Yo dormía y soñaba que la vida era alegría... Desperté, y vi que la vida era servicio... Serví, y vi que el servicio era alegría.

El que no sabe sonreír, no ha aprendido a vivir.

La risa es el trapo que limpia las telarañas del corazón. Si no tienes sentido del humor, estás a merced de los demás.

Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo, pero su recuerdo, a veces, nunca se borra. No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa.

La risa es la distancia más corta entre dos personas.

Alegría y amor son las alas para las grandes empresas.

Durante cierto tiempo puede uno estar alegre interiormente, pero a la larga la alegría deben compartirla dos.

Sólo el espíritu conoce la alegría.

Una risa es un rayo de sol en la cara.

Vive un buen presente para que en el futuro puedas contar un gran pasado.

El corazón contento es una fiesta perpetua.

Para cada desventaja, hay una ventaja correspondiente.

Poco aprovecha agradarse a sí, si no se contenta a los demás.

La persona que dejó de estar agradecida se quedó dormida en vida.

Nuestra imaginación es el único límite para lo que podemos esperar en el futuro.

Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído.

La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.

No quiero placeres que me hagan huir de la vida, sino que me la hagan más intensamente grata.

Una vida sin regocijo es un largo camino sin posada.

El secreto de la felicidad está en no esforzarme por el placer, sino en encontrar el placer en el esfuerzo.

La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante. No deseando nada, se posee todo.

Lo que más me gusta es disfrutar de cada cosa en su momento y prescindir de ella el resto del tiempo.

La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad. Bebed porque sois felices, pero nunca porque seáis desgraciados.

Esperar una felicidad demasiado grande es un obstáculo para la felicidad. La felicidad consiste principalmente en conformarse con la suerte; es querer ser lo que uno es.

Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.

No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.

Sin esfuerzo de la búsqueda es imposible la alegría del encuentro.

La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.

En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo.

Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.

Cuando uno dice que sabe lo que es la felicidad, se puede suponer que la ha perdido.

La felicidad es como la neblina ligera: cuando estamos dentro de ella no la vemos.

La satisfacción de un momento es la ruina del siguiente.

No se debe intentar contentar a los que no se van a contentar.

Si estamos en un cuarto oscuro y decimos que no hay luz es porque alguna vez hemos visto la luz. Algo parecido sucede con la felicidad.

El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja, el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos.

El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado, aunque sea dueño del mundo.

El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la mañana.

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.

Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido.

Pregúntate si eres feliz y dejarás de serlo.

Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez. Si quieres ser feliz, como me dices, no analices, muchacho, no analices.

La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.

He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola.

No es más feliz el que más tiene, sino el que menos ambiciona.

El dinero no da la felicidad, pero aplaca los nervios.

Los tiempos felices en la humanidad son las páginas vacías de la historia.

La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa.

Si no se obtiene el objeto deseado, hay infelicidad. Si se consigue, existe la ansiedad por su posible pérdida. Si falta, aumenta la desdicha. Por eso la única felicidad posible consiste en renunciar al deseo.

La felicidad de nuestra vida depende de la serenidad de nuestra conciencia.

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