Hay una etapa de nuestro existir, después de haber pasado por distintos motivos y momentos, después de haber madurado los mejores momentos de la vida, en que uno empieza a descubrir los verdaderos placeres de ella, en donde ya las cosas no se hacen por obligaciones, sino con el verdadero placer de poder disfrutar plenamente de cada cosa que nos toca vivir; porque nunca fui tan conciente de mi existencia como ahora; nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi vida como ahora, en que la madurez me regala ese tiempo para mi.
Descubrí de a poco el ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas. Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecto, de estar lleno de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y, a pesar de ello, quererme mucho.
Cuando me miro al espejo, ya no busco al que fui en el pasado…
Sonrío al que soy HOY… me alegro del camino andado, y asumo mis contradicciones. Siento que debo saludar al niño que fui, con cariño, pero dejarlo con las vivencias de su tiempo que me permitieron ser quien soy. Qué bien no sentir ese vacío permanente que produce correr tras los sueños..!!!
La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan temporal que cuando uno comienza a aprenderlo, ya queda menos tiempo para disfrutarlo y ponerlo en práctica.
Los seres humanos nunca dejamos de madurar…
Las realidades más grandes y más bellas las tendrás cuanto menos las poseas y menos las retengas.
Si quieres tener el mar, contémplalo, abre tus manos en sus aguas y todo el mar estará en ellas. Porque si cierras tus manos para retenerlo, se quedarán vacías.
Si quieres tener un amigo peregrino, déjalo marchar y lo tendrás… porque si lo retienes para poseerlo, lo estarás perdiendo y tendrás un prisionero.
Si quieres tener el viento, extiende tus brazos, abre tus manos y todo el viento será tuyo, porque si quieres retenerlo, te quedarás sin nada.
Si quieres tener un hijo, Dédalo crecer, déjalo partir y que se aleje… Lo tendrás maduro a su regreso, porque si lo retienes poseído, lo pierdes para siempre.
Si quieres tener el sol y gozar de su luz maravillosa, abre los ojos y contempla…. Porque si los cierras para retener la luz que ya alcanzaste, te quedarás a oscuras.
Si quieres vivir el gozo de TENER, libérate de la manía de POSEER y RETENER. Goza de la mariposa que revolotea, goza del río que corre, goza de la flor que se abre cara al cielo, goza teniendo todo, sin poseerlo y sin retenerlo.
Sólo así gozaras de la vida, sabiendo que la tienes sin poseerla, y dejándola correr sin retenerla.
"...RE-DESCÙBRETE SABIENDO QUE LO TENDRÀS TODO EN LA MEDIDA QUE LO DES TODO..."
0 - Opiniones,Anìmate a PARTICIPAR...