Pepitas de Oro nª 1: "Como el àguila..."

1- El profeta Isaìas anunciò: "Quienes confìan en Dios sudiràn a las alturas con fuerzas como el àguila, y progresaran sin fatigarse". Para llegar a ser persona de èxito hay que ser como el àguila.

El àguila no empieza a volar hacia las alturas demasiado pronto. Necesita meses para empezar a volar. Lo mismo sucede a la gente en los èxitos: nadie logra sus metas ni hace realidad sus sueños de la noche a la mañana.
Se necesita experiencia, aprendizaje, paciencia y perseverancia para lograr llegar firmemente hasta la meta. Los frutos que se hacen madurar demasiado pronto quedan imperfectos.

2- El àguila fortalece sus alas con los vientos fuertes que se le oponen. Lo mismo sucede a las personas, mientras màs obstàculos los encuentran mayor fuerza puede adquirir su VOLUNTAD. Por eso que por nada del mundo hay que pensar en vivir sin obstàculos y oposiciones.

3- El àguila nunca vuela en bandada. Asì nosotros necesitamos salirnos a veces de la manada. No ser borregos que solamente saben ir donde van los otros. Necesitamos atrevernos a volar solos.
La experiencia y las enseñanzas de los demàs son de gran utilidad, pero las ideas y las inspiraciones nos pueden hacer volar muy alto. No tratemos solamente de imitar a otros. Esforcèmonos por ser nosotros mismos. Que nuestro èxito no dependa exclusivamente de la ayuda de otras personas excepto de DIOS.

4- El àguila vuela muy alto. No podemos resignarnos a descarbar en el suelo como las gallinas. Nuestro lema debe ser el de los inventores de la aviaciòn "Plus ultra": que significa "siempre màs alla, siempre màs arriba", Si nuestros ideales son muy pequeños, nos quedaremos chiquiticos toda la vida. Proyectèmonos a metas y màs altas.

5- Dicen que cuando el àguila siente que le llega la muerte, vuela hacia la montaña màs alta y allì termina su existencia, y por eso nunca vemos àguilas muertas en las llanuras ni en la mitad de la ruta. Asì debemos hacer nosotros: cuando sintamos que nuestros proyectos se hunden, que el fracaso està por llegarnos, que los planes que habìamos hecho se van a derrumbar, levantemos el vuelo de la mente y de la imaginaciòn hacia el Añtìsimo Dios para el cual nada es imposible.

Digàmosle con el salmista: "Venga a nosotros la bondad del Señor y haga pròsperas las obras de nuestras manos", y perseveremos trabajando pues tenemos la promesa de Cristo que nos dijo: "Con su perseverancia y su paciencia salvaràn su existencia". Si tenemos fe no nos quedaremos tendidos en la mitad de la carretera de la vida, sino que llegaremos a la cimas del triunfo y de los mejores èxitos.

6- Cuando llega la tormenta el àguila se sube encima de la nube tormentosa hasta que logra divisar el sol. Asì hay que hacer en los momentos de dificultad y peligro: tratar de superar esas nubes negras y colocarnos sobre el problema mismo. Tener la mirada fija en el sol de justicia que es Dios, y en vez de dejarse acobardar por los problemas que se presentan, pedir luces de lo alto y esforzarse por superar las dificultades que van llegando, sin dejarnos dominar por ellas. Todo es posible para quien tiene fe (Mc. 9,23).

7- El àguila pequeña se deja instruir y aleccionar por las àguilas mayores. Estas revolotean alrededor del nido para enseñarle a volar. Le hacen mirar fijamente hacia el sol para que aprenda a no encandilarse con sus rayos.
La alzan y la sueltan para que vayan perdiendo el miedo. Asì nosotros: nuestros èxitos dependeràn en gran manera de que nos dejemos enseñar a instruir por los que tienen mayor experiencia que nosotros, y de que nos atrevamsos a emprender el vuelo hacia las alturas, de los ideales que nos hemos propuesto.